Titulo: El campamento de los líos.
Autor: Pasqual Alapont.
Editorial: Algar.
ISBN: 84-95722-87-9
Número de páginas: 108.
Precio: 8,50.
Sinopsis:
Lidia sospecha que Raquel está un poco majareta. En cambio,
Silvestre no tiene ninguna duda: está como un cencerro. Por su parte, Víctor,
que está colado por Lidia, cree que el mundo estaría mucho mejor sin Silvestre,
y éste a su vez, que también está que se muere por sus huesos (por los de
Lidia, claro, porque los de Víctor los rompería gustoso), se empeña en hacerle
la vida imposible a todo el mundo. Así que: ¡menudo lío de campamento!
Gisbert, el psicólogo de el colegio de Victor, habla con sus padres y los comenta que lo mejor será que su hijo se vaya de campamento para hacer amigos. Victor, sin ningunas ganas de ir, (el preferiría quedarse en un balneario con los ancianos) al final va, allí conoce a Silvestre, Lidia, Raquel y Rodrigo (el monitor) y se embarca en diferentes actividades.
El psicólogo de Victor le describe como un chico tímido, esquivo y extravagante, y por eso le aconseja a sus padres que le lleven a un campamento, allí conoce a su compañero de tienda, Silvestre, que es literalmente un guarro, a Lidia, una chica muy guapa e inteligente y a Raquel, la compañera de habitación de Lidia, la llaman la bruja porque siempre habla de los astros y de los signos zodiacos.
Los capítulos están divididos en días. Cada capitulo es un día en el campamento. No siempre habla la misma persona, hablan todos los personajes y explican su punto de vista de las cosas.
El libro es gracioso, entretenido y muy ligero y fácil de leer. Es un libro para niños, (Me lo mandaron leer en primero de la ESO, pero lo he reeleido este verano)
Victor no sabe nadar, ni escalar, ni nada. Y esto le trae muchos problemas.
El libro se basa en las cosas que hacen allí, escalada, rutas, etc.
Como ya he dicho, el libro es gracioso, y bastante cortito.
Os dejo la presentación de cada personaje en el libro:
Victor:
El mérito es de Gisbert, del psicópata de Gisbert mejor dicho. Y menos mal que no se le ocurrió una idea más brillante, que si no...En fin, no quiero ni pensarlo. Dios sabe donde me podrían haber llevado sus consejos. Aunque, bien pensado, él no tiene culpa de que mis padres sean unos pusilanimes. No le tendrían que haber hecho caso y ya está.
Soy tímido, soy esquivo, soy extravagante, eso ya lo sé de sobra. No hacía falta que Gisbert, el psicólogo del colegio , se metiera donde nadie le llamaba. Y mucho menos que aconsejara a mis padres que me enviaran a un campamento de verano.
Lidia:
¡Qué ganas tenía de que llegaran las vacaciones! Hasta el final no vi nada claro que me dejaran ir al campamento. Sobre todo por mí padre. 'Eres una chica' me dijo, 'tengo miedo de que te caigas por un precipicio'. Bueno, es una razón tan aguda que se le podría haber ocurrido hasta a mi canario. Por la misma regla de tres, yo le habría podido decir 'No salgas de casa, papaíto, que puedes tropezar con una gatita birmana, y destruir la paz de nuestro nido familiar'.
Silvestre:
Otra vez en el campamento. Todos los años, a medida que se acerca el mes de julio mis padres me vienen con la misma cantinela: Silvestre, hijo ¿Te apetece ir de excursión? No saben como deshacerse de mí. Pobrecillos. En el fondo los entiendo: Se tiene que ser de una pasta especial para convivir conmigo.
Raquel:
No me equivoqué cuando escogí este lugar para pasar el verano. Es mágico. Planea por todo el lugar como una especia de aureola metapsíquica que pone los pelos de punta.
Mi nota final será un 3'5, el libro me ha gustado, pero ha sido muy breve y creo que necesita alargar más las cosas, aunque sea el final. Pero que eso no os eche para atrás, para leer en una tarde o dos es entretenido. (No suelo releer libros del instituto, pero este me ha gustado, la verdad)
3,5/5
